ANALISIS DE ROSTROS DE ASESINOS SERIALES
En los últimos 20 años se ha producido un cambio en la forma de hacer investigación, a partir del desarrollo de disciplinas como las neurociencias, la distancia que había entre los fenómenos neurológicos y psicológicos se ha venido acortando, prueba de ello son el surgimiento de nuevas disciplinas como el neuro-psicoanálisis. Los progresos en tecnología de neuroimagen, permiten en la actualidad observar la actividad cerebral mientras se realizan tareas, donde se involucran diferentes procesos mentales. A pesar de ello la idea de introducirse en los procesos psicológicos y la organización cerebral de un psicópata resulta ser una labor difícil de realizar, sobretodo si se tienen limitaciones, como por ejemplo; de acceso a tecnología muy costosa, o de disponibilidad de las autoridades para apoyar investigaciones con psicópatas. En un gran porcentaje de casos, la información aparece confusa y tarda tiempo en organizarse, en ocasiones queda solo en manos de los que participaron en el proceso legal. Si se ha tenido la fortuna de solventar estos obstáculos, aun queda por enfrentarse otros problemas que tienen que ver con la confiabilidad y validez de la información que proporcionan los mismos sujetos involucrados en los crímenes.
En este trabajo, propongo una forma de hacer investigación, que no requiere para iniciarla aparatos tan costosos, estudiando los rostros de psicópatas mediante la técnica de escisión e integración de mitades faciales, para observar los efectos del control hemisférico sobre la expresión facial, y a partir de este fenómeno llevar acabo el análisis neuropsicológico implicado en el desarrollo disfuncional de las emociones en los psicópatas.
Es importante advertir al lector que la información proporcionada en este trabajo aun le falta ser verificada o refutada por otras investigaciones, de preferencia usando tecnología de neuroimagen. Por lo que los resultados de esta investigación no deben aplicarse en el ámbito de evaluación criminológica, hasta no confirmarse sus hipótesis por varias vías de investigación.
El análisis de rostros en la psicopatía
El método de tratamiento de rostros, visto como un parámetro de evaluación de las asimetrías y simetrías cerebrales emocionales, plantea la posibilidad de abordar problemas relacionados con el funcionamiento emocional en los psicópatas. La idea central que intento sostener en este trabajo, proviene de considerar a la expresión facial como una reacción emocional que requiere de regulación.
La expresión facial como elemento observacional, puede considerarse como el reflejo de la emoción que configura un rostro, el rostro debe ser consistente en un determinado espacio de tiempo, para hallar en el su propia esencia, el rostro reproducirá el impacto emocional recibido por toda una historia de interacciones del sujeto con los otros. Este proceso es complejo, por lo que no es suficiente presentar el rostro que presupone una psicopatía, sino que se requiere el análisis de los módulos cerebrales que intervienen en la configuración del rostro.
El primer eslabón de la configuración del rostro podemos identificarlo en el momento que el infante deposita su mirada en el rostro de la madre, aproximadamente a los dos meses de edad, el sistema amigdalino( centro de la agresión), estará plenamente maduro para actuar sobre su medio ambiente, el infante cuenta con la programación filogenética que le permite responder a las expresiones faciales de la madre, sin embargo la adquisición de esta experiencia no quedará bien consolidada hasta que el infante complete su desarrollo hasta los tres y cuatro años de vida, tiempo en que las investigaciones sobre mielinización reportan en el hipocampo su máximo potencial de madurez( Izard, C.,1993) . Por otro lado, se tiene conocimiento de que la corteza prefrontal recibe directamente información proveniente de la amígdala y el hipocampo, por lo que es muy probable que el infante emplee su corteza prefrontal para integrar el programa filogenético de la especie, con experiencias emocionales obtenida de sus relaciones sociales. Lo que significa que una interacción deficiente con la madre o un abrupto rechazo modificará el curso del desarrollo normal de la corteza prefrontal, y por supuesto la reacción facial expresiva en el rostro, es a través del rostro como el ser humano regulará el comportamientos de los otros, asimilando e imitando los rasgos que le permitirán identificar las sensaciones de agrado y desagrado de las personas.
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